La estabilidad de la rodilla depende fundamentalmente de los músculos, tendones y ligamentos . No obstante los meniscos también son importantes en la estabilidad y la mecánica de la rodilla, ya que aumenta la congruencia entre el fémur y la tibia , amortigua los impactos , evitando el desgaste del cartílago articular.
Podemos ver la patología del menisco desde dos punto de vista: la rotura y la ausencia. La ausencia o pérdida de los meniscos llevará a la larga a la degeneración de la articulación y artrosis de rodilla por el desgaste del cartílago.
La rotura meniscal puede producirse tanto en un menisco sano y joven por un traumatismo deportivo intenso (acompañado o no a otras lesiones de ligamento o de cartílago ) así como en meniscos que con la edad van perdiendo su elasticidad natural y rompen ante movimientos relativamente normales. De ahí que en este último caso el paciente no recuerde el haber realizado un gesto concreto que le provocara el dolor , aunque si que lo relaciona con una actividad repetida determinada (giros, cuclillas, inicio de la marcha…)
La estructura del menisco es la de un fibrocartílago, formado por un entramado de fibras de colágeno y otros componentes similares de cartílago . Tiene forma de cuña semicircular (como un anfiteatro) más ancho por la periferia que le une a la cápsula articular de la rodilla y por donde le llega el aporte de sangre. Prácticamente solo la tercera parte de la periferia del menisco es la que tiene aporte de sangre, al resto central no le llega sangre. Esto es muy importante dado que la cicatrización de las roturas que están en la zona periférica (roja o vascular) pueden cicatrizar si se tratan adecuadamente en tiempo y forma mediante sutura, mientras que las que no tienen dicho aporte sanguíneo difícilmente pueden ser reparable dejándonos como única opción recortarlas (meniscectomía).
El diagnóstico de la lesión se realiza mediante una correcta entrevista médica y exploración clínica y resonancia magnética RMN. Aunque la prueba de imagen es útil para mi es aún más importante las dos primeras dado que la RMN puede presentar resultados dudosos o equivocado (falsos positivos o negativos).
La pregunta fundamental es cuándo operar estas roturas que por una parte son tan frecuentes y que por otra vemos que si se realiza esa meniscectomía, la ausencia de menisco predispone a la artrosis.
Mi criterio lo establezco en principio en dos premisas : la técnica artroscópica es sencilla , mínimamente invasiva y nace en un principio como un método diagnóstico que con el tiempo y con la mejora del instrumental se convierte en método de tratamiento; segundo, el diagnóstico de una lesión temprana puede llevar a un tratamiento temprano de la lesión , evitando que esta se agrave (lo que está roto , roto está y sólo es susceptible de empeorar) .
Roturas reparables pueden ser solucionadas si son tratadas en el momento adecuado y roturas irreparables pueden tratarse con meniscectomías pequeñas (extirpaciones ), evitando que la rotura se extienda y se haga más tamaño precisando una meniscectomia mas amplia.
Por tanto mi criterio habitual es operar siempre en pacientes jovenes dado la alta probabilidad de que la lesión sean reparable; en el adulto sintomático dar un tiempo de espera de 1 a dos meses valorando si las molestias que presenta le limitan para su actividad física habitual, entendiendo por habitual aquella que el paciente solía realzar previamente desde el punto de vista doméstico, laboral o deportivo.
En caso de tener que extirpar el menisco roto intentar ser lo mas conservador respecto a la cantidad de menisco resecado ( quitar lo mínimo posible), dada la importancia que tiene para la longevidad de la rodilla.
Esta cirugía se realiza de manera ambulatoria, sin ingreso.
– en caso de sutura meniscal aconsejamos mantener descarga de 6 semanas con bastones y limitación relativa de la flexión ya que tenemos que favorecer la cicatrización del menisco suturado.
– en caso de meniscectomía parcial no precisará el uso de bastones , pudiendo hacer vida prácticamente sin limitación de movilidad a partir del día siguiente con cuidado de no realizar torsiones agresivas ni flexiones extremas de la rodilla.
El paciente no suele presentar dolor importante , precisando muy poca medicación analgésica y refiere una mejoría de la sintomatología dolorosa que le llevó a la cirugía prácticamente de manera inmediata.
Hacer el inciso de que el resultado de la cirugía del menisco obviamente se verá condicionado por la presencia o no de otras lesiones acompañantes, fundamentalmente del cartílago articular.